El otro día una persona me preguntó por qué siempre escribía criticando al gobierno departamental de San José. Una pregunta pertinente, y más aun viniendo de una persona que tiene una opinión fundamentadamente crítica contra la administración de José Luis Falero. La respuesta es sencilla: Es mi trabajo. El trabajo está condicionado por el lugar donde se vive, las vivencias e información que uno maneja, las convicciones que uno tiene, el compromiso con la labor que se debe realizar… y principalmente por la forma en que desarrollan su actividad quienes se dedican, supuestamente, a la misma profesión.
¿Por qué no se tratan otras áreas temáticas de San José?
Por ahora, no. En el departamento tenemos un sistema de medios de comunicación que en su gran mayoría adoptó una postura cómoda. Se recibe la información y se publica con muy bajo nivel de profundización, análisis o contextualización. Esto determina que no hay una clara priorización de temas y la consecuencia es una preocupante uniformidad en la forma de procesar la información. En esa “bolsa de información” tanto vale un convenio por 200 mil pesos para arreglar el querubín arrancado del Monumento a la Paz de Abril, como un déficit de 36 millones de pesos en las arcas de la Intendencia. Al no profundizar, ni analizar, la información se difunde sin mayores cuestionamientos, lo que termina provocando la sensación de que “todo está bien”. Al no existir una postura crítica, se puede interpretar como falta de carácter y en el peor de los casos hasta un afán “aplaudidor” al poder. En muchas oportunidades, se han publicado y repetido verdaderos disparates que más tarde recibieron tímidas correcciones. En este contexto, sin despreciar la importancia que pueden tener otros ámbitos de cobertura, en sj.uy se decidió concentrar las energías en el gobierno departamental y su accionar. Auscultar, analizar, profundizar y contextualizar sobre acciones y gestos del gobierno departamental permite impulsar soluciones a las diversas problemáticas que vive la sociedad. Si a eso sumamos que es notorio el grave collar de falencias que muestra la administración departamental, se concluye que muchas soluciones no llegan porque hay un mal manejo de los dineros públicos y muy baja exposición crítica de los responsables. Entonces, si nadie lo dice, lo diremos nosotros… Lo diremos sin distraernos en otros temas. Sobran espacios de comunicación donde se cuenta “lo lindo” y “lo bueno” que se hace; nosotros preferimos mostrar lo feo convencidos que es una contribución trascendente para todos., aunque a algunos les moleste.
¿Nos putean, amenazan, presionan, descalifican y ningunean?
Si, obvio. Por fortuna es ampliamente mayoritario el universo de apoyo. Los que se molestan con sj.uy son cada vez menos, pero hay diferentes niveles y modalidades para mostrar esa incomodidad. .Los argumentos sólidos, los datos oficiales, las cifras y documentos formales, fotografías o testimonios directos, son irrefutables por lo que desestimulan a algún envalentonado que quiere defender lo indefendible. En sj.uy hemos acuñado una categorización de actores del poder o cercanos a él que habitualmente corcovean con las críticas: son los “ABC” por “Alcahuetes”, “Burros” o “Corruptos”. Así de simple se subdividen aquellos que nos putean, amenazan, presionan, descalifican o ningunean, no hay más. Aunque ya estamos definiendo ampliar esa categorización con “DEF” ( por “Delatores”, “Escarmentados” y “Falsos”). A la luz de la realidad muchos han comenzado a contribuir para señalar las cosas que están mal; otros se han desengañado y ahora comprueban las mentiras y abusos, pero también están aquellos que optan por fallutearnos pretendiendo alejarse de las zonas problemáticas. Obvio que en todas partes hay gente derecha con la cual se puede entablar una conversación aún desde la discrepancia, ya sea, tanto en el último eslabón de la cadena funcional o política, como en las cumbres de esas estructuras.
¿Cómo ha sido el camino hasta ahora y qué se puede esperar?
El camino no ha sido fácil, pero tampoco aburrido. En algún momento surgieron aquellos sátrapas que pretendieron endilgarnos intereses políticos sectoriales o partidarios. Sus lenguas se desangraron en el camino. Como lo hemos dicho muchas veces, incluso al mismísimo intendente, “esto no se trata de política, sino de corrupción” al referirnos a las mil caras de la ineficiencia, el abuso, la incapacidad, la mentira, la desidia, la improvisación y hasta la equivocación. Cualquiera de estas “caras” que se detectan en la administración pública, tiene consecuencias en la vida diaria de la gente y en el desarrollo del departamento. Son distintas facetas de la corrupción que deben ser erradicadas de cualquier estructura. Si no se cortan, frenan o extirpan, crecen, se multiplican y contaminan por doquier, parasitando las estructuras. La corrupción está en todas partes, sean estructuras del gobierno o en las áreas partidarias o sectoriales. Lamentablemente no hay señales generales de un compromiso por combatir los desvíos o corregir errores. Pero la situación ha llegado a tal punto que solo queda mejorar, es decir que se debe tener una esperanza muy positiva hacia futuro. Hay que tener fe que los malos funcionarios – sin importar su ubicación o preeminencia – así como los malos actores políticos, serán desplazados ya sea por las propias estructuras, por la justicia o por los votantes. En estos tiempos es muy difícil pasar por esos tres imprescindibles filtros. Pero el ingrediente fundamental en todo esto es una sociedad atenta, crítica e informada… bien informada. Una sociedad que sea capaz de buscar los elementos necesarios para formar su opinión, una sociedad reflexiva, sin fanatismos, tolerante con la discrepancia, severa con la deshonestidad; una sociedad fuerte al susurrar sus propuestas y firme al gritar sus reclamos. Se puede.
En sj.uy ya cumplimos un año de trabajo silencioso. Los textos han sido nuestro formato excluyente y ahora daremos un paso más… vamos por transmitir en radio. Habilitar definitivamente “sj.uy radio” nos permitirá comenzar con el tratamiento de otras áreas temáticas, más amplias y variadas. Cada día tendremos un horario específico de transmisión radial, pero podrán revivirlo en el momento que quieran. Casi inmediatamente, activaremos el formato televisivo en horario nocturno. De mañana radio, de noche televisión… todo en un mismo lugar. En ese abanico volverán programas como “Tarde o Temprano” y “Contrapunto”, pero también se sumarán otras producciones de conocidos colegas de todo el departamento. ¿Cuándo? Paciencia, ya llega, cada vez estamos más cerca. Falta poco, muy poco. Los mantendremos informados… bien informados.
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