Un mes. En sj.uy cumplimos un mes. Empezamos en silencio. No hubo lanzamiento. No hubo – ni hay – promoción del sitio. No hubo aspavientos, ni gira por otros medios de comunicación anunciando esta iniciativa periodística. No hubo promesas. Solo hubo silencio y trabajo. Nada más y nada menos.
Desde sj.uy queremos agradecer a los colegas que han recogido información de esta página haciendo mención a la fuente y también a aquellos que han mencionado el nacimiento de este emprendimiento periodístico en sus espacios. Así pues nuestro reconocimiento a Jesús Ferreira de “El Espejo Radio”, Cacho Mariño de “Plácido Domingo de FM El Lugar”, Juan David Plata de “Ciudad del Plata TV”, Daniel García de “Diálogos TV”, Hugo Robaina de “Canal 9”, a Wilman Reyes de diario “Primera hora”.
Tristemente muchos colegas tiene un problema de ego, pues si bien recogen información son incapaces de mencionar la fuente. Ese es un problema de inseguridad profesional, ligado a falta de profesionalismo, y muy probablemente un signo de flaqueza y mediocridad, pues no hay nada más noble que reconocer cuando tomamos el trabajo de otros para enriquecer el nuestro. Pero esa mezquindad es solo un síntoma de la crisis que atraviesa el periodismo departamental y que trataremos de desarrollar en esta nota.
En sj.uy, desde el principio, tuvimos la convicción que estamos inmersos en un mercado mediocrizado en materia informativa y periodística. Un departamento inundado por poca información y de mala calidad. Si se observa con mediana atención es fácil notar que todos los medios repiten la misma información en exactamente las mismas condiciones: imprecisas, vagas, superficiales. Todos los días. Los mismos protagonistas de cada noticia se ven en las televisiones locales, los escuchan en las radios y leen la transcripción de esas notas en los diarios o sitios de internet. Hasta las imágenes de cada noticia son prácticamente idénticas en canales, diarios y sitios de internet.
Periodísticamente, hemos llegado a un punto muy bajo – histórico – en la producción y tratamiento de la información. Estas afirmaciones, no son jactancia de que en sj.uy “somos mejores”, por el contrario, es un lamento de ver reducida la enorme historia del periodismo en San José, a meras repetidoras de discursos oficiales; sin reflexión, sin análisis… sin preguntas, en fin, sin compromiso profesional. En sj.uy no somos mejores. Cuando calificamos de “discursos oficiales” no nos referimos a cuestiones de orden gubernamental o institucional, sino a la peste embobecedora de la “declaracionitis”. ¿A qué nos referimos? Si hay un robo en un almacén, los medios han adoptado la costumbre de salir corriendo para hablar con “Willy”, como le dicen cariñosamente al Jefe de Policía. Normalmente no hablan con el dueño del almacen. Si es un tema barrial, buscan desesperadamente, y en “exclusividad, la palabra del oportuno Presidente de la comisión de barrio. Muy habitualmente, no se habla directamente con el vecino afectado. Otro ejemplo, si hay un problema en un servicio público de dependencias nacionales, se arrastran para tener la opinión del jerarca local de ese ministerio o repartición, sea Salud Pública, Ministerio de Desarrollo, OSE, UTE, etc. El problema, la denuncia o la simple propuesta o reclamo, quedan relegados a un segundísimo plano, si es que lo mencionan.
Ni que hablar si se trata de algún tema vinculado a la Intendencia en particular o del Gobierno Departamental en general. El objetivo periodístico pasa a ser la versión “exclusiva” del Director General correspondiente, o mejor todavía, la palabra del mismísimo Intendente, que en ese tipo de estructuras, al igual que en el caso del Jefe de Policía, está muy alejado de tal o cual problema y debe “pedir unos minutos” para tratar de interiorizarse y encontrar respuestas “políticamente correctas”.
En sj.uy no somos mejores. Ni siquiera apelaremos al estúpido y mentiroso slogan de “somos diferentes”. Somos Periodistas y hacemos periodismo, duela a quién duela, guste a quien guste. Y todo esto se agrava porque el ambiente periodístico en el departamento ha sufrido desde siempre de una acentuada miopía, la gran mayoría no ven más allá de la planta urbana de la ciudad de San José. Su mundo periodístico abarca cuatro cuadras alrededor de la plaza 33. En San José de Mayo, pareciera, que están las respuestas a todos los problemas del departamento. Si bien puede inferirse como correcta tal concepción al percibir el contagiado centralismo, periodísticamente resulta inaceptable. Respuestas hay por todas partes y en todas las tonalidades. Pero no, el periodismo se ha deformado y parece que “las respuestas” solo provienen de actores con poder. “Poder” chico, mediano o grande, del ambiente institucional que sea; es como que esos actores recibieron la bendición divina de tener “la palabra autorizada”. Todos lo demás datos son considerados rumores u opiniones dignas de olvidarse o reducirse a una mera mención al pasar. Así como el “Poder” confunde y nubla el juicio, estar cerca del “poder” también.
Cuando no se conoce la raíz de una función, cuando la incapacidad es el combustible, cuando la comodidad es el motor, lleva a esos mismos periodistas a transformarse en desvencijadas puertas de un hotel de cuarta, con el cartel de “no molestar” en su fláccido pestillo. Pero ese “no molestar” no es una advertencia a su condición, sino que lo portan como pancarta de su cometido: No molestar. El periodismo es justamente lo contrario; es molestar hasta ser insoportable. Es ser cáusticos. Periodismo es molestar a quien cree tener “el poder”. También es triste, ver como los periodistas elaboran su agenda de noticias solamente con comunicados recibidos. Es decir, se perdió la básica y magnífica costumbre de “salir a buscar la noticia”; los periodistas de San José, esperan a que la noticia les golpee la puerta, esperan comunicados de prensa para salir a buscar a “alguien” que ante un micrófono les cuente lo mismo que dice ese comunicado. De locos. Triste. Se trata de “periodismo a demanda”, como una suerte de “delivery informativo”; esperan ser convocados para actuar periodísticamente. Es una postura muy cómoda y conveniente, para agradar al poder y no incomodarle. Llevan esa incapacidad de buscar noticias a extremos peligrosos, por ejemplo cuando esperan que termine una reunión política para que el vocero de turno, les brinde la lógicamente interesada versión de que “todo está bien”. No se indaga en detalles o en aquellas cuestiones que se pretenden ocultar o minimizar por parte de los protagonistas de esa reunión.
Es notorio que tampoco se entiende que, por ejemplo, la interna e cada partido o sector político es fundamental para dar a la población los elementos necesarios para apoyar o rechazar tal o cual postura; es vital para comprender cabalmente la realidad. Y para quienes pueden pensar que las “internas políticas no importan”, solo debo decir que por algo los actores implicados se preocupan por ocultarla. Además esas “internas” son las que condicionan y determinan el accionar de los sectores, llegando a incidir – positiva o negativamente – en los gobiernos. En San José, periodísticamente se perdió la capacidad de sumergirse en las internas, lo que es una seria carencia en la calidad de la información que se brinda a la población; es decir esa falla provoca una drástica caída en la calidad y veracidad de la información difundida. Difundir una mentira o una verdad a medias, hace que los periodistas sean cómplices de un engaño.
En sj.uy no somos mejores, pero tenemos claro que no seremos cómplices de mentiras y verdades disfrazadas. La veracidad en la información, es lo que construye la credibilidad de un medio de comunicación en general y de sus periodistas en particular. Un periodista es como un banco, su capital es la confianza que la gente deposita en él. Y en esta debacle periodística que sufrimos en el departamento, la credibilidad también pasó a ser un valor manoseado. Aquí un ejemplo de ello. Desde sj.uy hemos observado como un sitio web de San José, adulteraba la cantidad de visitas en su página; en vez de arrancar en “cero” el contador de visitas en cada noticia, empezaba en “900”. Fue muy gracioso ver como noticias sin mayor relevancia en apenas dos minutos registraban 902 visitas. Ninguna bajaba de 901. ¿Para qué mentir en la cantidad de personas que visitan una web? ¿Para mentirle a sus propios lectores?¿ Para mentir a posibles auspiciantes?… Yo creo que en definitiva era para mentirse a ellos mismos. Una total falta de ética, para un medio periodístico que justamente debería basarse en la credibilidad de la información que publica. Ese mismo medio recoge información de otros y nunca menciona la fuente, tampoco admite errores cuando por copiar se equivocan. La mentira en la cantidad de visitas fue tan evidente que no tuvieron otra alternativa que eliminar el contador. Indudablemente si son capaces de mentir en tremenda pavada, no es un sitio que me resulte confiable para nada.
En sj.uy apostamos desde el arranque a la mejor medición posible para cualquier tipo de medio de comunicación: la repercusión. Como señalábamos en principio, en sj.uy arrancamos en silencio y confiamos en la valoración de la gente que nos fuera descubriendo. Confiamos en la gente y en la inteligencia de maragatos y josefinos. Confiamos en que la calidad de la información provocara un “boca a boca”; confiamos en que las temáticas abordadas motivaran que cada persona al leer sintiera la necesidad de compartir y recomendar la información publicada. Y saben qué? Los resultados nos sorprendieron gratamente.
Confiamos en la población y no nos defraudamos; por el contrario las cifras de vistas y las repercusiones logradas por cada noticia, permitieron niveles que se preveían para dentro de seis meses. Un mes. En tan solo un mes, el primer mes, sj.uy alcanzó las 41.000 páginas vistas, es decir que hubo 41.000 lecturas de alguna noticia de sj.uy. Se registró un total de casi 25.000 entradas a la web; 25.000 visitas que leyeron 41.000 noticias, 41.263 hasta la medianoche de este jueves, para ser exactos. Solo en un mes. No somos mejores, somos profesionales… y cuando el trabajo se hace con dedicación, los resultados llegan. Pero sj.uy recién está cumpliendo un mes de vida y por delante tenemos muchísimos desafíos. En poco tiempo, se podrán ver programas de televisión exclusivos de sj.uy; también pondremos en marcha programación radial diaria. En sj.uy se viene coordinando el trabajo de varios profesionales de todo el departamento y en distintas áreas temáticas, se procura construir una opción periodística sólida, seria y confiable. La meta es sorprender, demostrando que en el departamento existe un capital humano tremendo, para construir un equipo periodístico… sorprender al demostrar que se puede trabajar bien, por el bien de la comunidad, sin alcahueterías ni obsecuencia. En ese camino va sj.uy con paso firme y el invaluable apoyo de todas las personas que en este mes descubrieron y acompañan.
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