Esta semana comenzó con un feriado que en la ciudad de San José concentró la atención de dos eventos: las celebraciones por el Día de los Trabajadores y las tradicionales carreras en el Hipódromo. Es difícil discernir cuál de las dos tuvo ribetes más vergonzosos. También arrojaron aspectos positivos que el final quedan opacados por los desaciertos. El acto de los trabajadores contó con discursos absoluta y políticamente parcializados, que en nada reflejan la heterogeneidad de la totalidad de los trabajadores, algunas de las reacciones posteriores fueron tan tristes como las burradas que las provocaron. En ese plano, si fue vergonzosa la declaración del Plenario de Trabajadores, también lo fue la postura de Adeom. El otro caso es lo del turf, una actividad que en San José, por directa responsabilidad y gestión del actual diputado nacionalista Ruben Bacigalupe viene sospechada de irregularidades desde hace dos décadas. El desmesurado apoyo de la Intendencia al Jockey Club – gestor del evento – las serias carencias organizativas, la inexistencia de controles fiables, así como la nula transparencia sobre los dineros que involucra esta timba, son solo parte del agujero negro que la actividad turfística en San José. En definitiva este 1º de mayo fue una triste jornada, donde los intereses mezquinos cabalgaron a sus anchas, tanto entre trabajadores como entre burreros. Pero vamos por parte; primero lo bueno de cada caso: en el día de los trabajadores que haya estado presente el Intendente es positivo, así como la valentía de los oradores en no amedrentarse por esa presencia y mirarle a la cara para decir las cosas. Eso debe enorgullecernos a todos. Lo del turf, es que en base a quejas y puteadas se contó con dos servicios elementales en estos espectáculos públicos, seguridad y atención médica, lo que permitió mayor tranquilidad a la masiva afluencia de público y apostadores.
Sindicalismo carnero
Desde hace muchos años se acuñó el despectivo adjetivo de “carnero” para aquellos trabajadores que optaban por apartarse de los lineamientos de las organizaciones sindicales y , por ejemplo, trabajaban en días de paro. Se le asociaba directamente con aquellos trabajadores que ponía la fidelidad a sus patrones por encima de sus propios intereses en mejorar su condición. Eso era un “carnero”. Pero todo ha cambiado mucho; pero mucho. El transformado sindicalismo, es actualmente una suerte de corporación que incluye en su discurso aspectos que lo alejan de sus verdaderos objetivos, defender al trabajador, así como buscar mejoras de sus salarios, avanzar en beneficios y consolidar condiciones, al menos dignas, no solo laborales sino de vida. Sin embargo es difícil encontrar la palmaria relación entre la vida de un trabajador de San José y su familia, con la defensa al vergonzoso régimen en Venezuela o el rechazo al ataque en Siria. Hablaron de eso pero se olvidaron de los frustrados planes de vivienda social que los propios sindicatos quisieron poner en marcha o del impacto que el IRPF tiene en cada trabajador. Respecto a las críticas al intendente – que notoriamente tanto incomodaron a Adeom – han sido habituales en las últimas dos décadas. En los actos de trabajadores del 1º de Mayo, se criticó duramente a los tres intendentes que tuvo San José en estos años de democracia. Podrá ser compartido o rechazado el tono y puntualmente las expresiones usadas en este caso, pero las críticas duras estuvieron siempre y es lógico que así fuera, ya que la Intendencia es uno de los principales empleadores del departamento y motor de un amplio espectro de actividad . Fue un discurso que perfectamente podría haberse emitido en los años 60 e inclusive en los años 70. Un discurso sin llegada, sin sustento en la vida real del trabajador. Un discurso para “los convencidos”; un discurso que justifica esa percepción que los sindicatos deben ser el brazo de una ideología o de un partido político determinado. Es decir un “sindicalismo carnero”, alcahuete de los propios sindicatos o sus estructuras amigas, que prefiere relativizar cagadas de “su” gobierno y aplastar los gobiernos “de otros”. Parece que los sindicalistas se han transformado en “carneros” de sus propios “patrones”, los sindicatos. En el discurso se insistió en conceptos trillados como “oligarquía” e “imperialismo”, que recuerdan a caducas expresiones como la “lucha de clases” y la “plusvalía”. En definitiva fue un discurso tan arcaico como inútil. Pero, tuvo sus pasajes meramente sindicales, y principalmente, sobre la realidad departamental. Las denuncias al incumplimiento de varios ambientes empresariales e industriales, que avasallan o reprimen los reclamos de sus empleados. La particularidad en las denuncia por casos locales se contraponía a la generalidad de reclamos a ambientes nacionales. Así pues, también se vio reflejado en los carteles que decoraban la Plaza Artigas. Ejemplos de esa dicotomía fueron carteles de “El Turista incumple y reprime”, frente a la vaguedad de “Inversión Pública” o “no más Afaps”. Garrote para un lado y caricias para el otro. No está bien. En el discurso se pidió más recursos para la Educación, en Salud mayores controles en los recursos del sistema de salud, por “la miseria” que dejan los emprendimientos de la industria láctea, en el caso del transporte reclamaron mejorar la circulación vial en el departamento y hasta se denunció “fuerte represión” en el ámbito de trabajadores rurales. En las críticas al Intendente se detuvieron y llegaron a calificativos que escandalizaron a la prensa como “Intendencia empresarial” o “empresario Intendente”. En realidad nada del otro mundo. Lo raro fue la reacción de Adeom, pues no hubo expresiones que relacionaran a Falero con actitudes antisindicales, se le criticó por la gestión. Adeom se incomodó y ofendió, por lo que rápidamente se alejó de las críticas de “su jefe”. Lo de Adeom otra vergüenza, un nueva forma de “carnero”, hubiese sido más inteligente quedarse callados la boca.
Cuestión de burros
Lo del Hipódromo, el turf en San José y el Jockey Club, es digno de que un Juzgado del Crimen Organizado tome cartas en el asunto, no solamente por el irregular entramado que involucra sino también por las conjunciones de intereses que terminan configurando una estructura sospechosa que tiene como líder, nada más y anda menos, que a un diputado: Ruben Bacigalupe . Todo se agrava naturalmente por la escandalosa falta de transparencia en el manejo de los dineros que se recaudan, la falta de controles por parte de ambientes oficiales y el descarado cinismo que rige todo lo relativo a la actividad turfística en San José. Además no se trata de un episodio solo, sino que todo este cúmulo de irregularidades viene registrándose desde hace dos décadas. El Ministerio de Educación y Cultura debería intervenir, reclamando información sobre el funcionamiento del Jockey Club y auditar su operativa y manejo económico- financiero. En este caso pierde su eterna vigencia el famoso dicho de “la culpa no es del chancho sino de quien le rasca el lomo”; aquí la culpa “es del chancho” y también de quienes “le rascan el lomo”. Es indignante que la Intendencia, año tras año, disponga de personal, maquinaria y dinero en efectivo, para tapar la irresponsable gestión de mantenimiento de las instalaciones del Hipódromo. Este 2017 no fue la excepción y varias cuadrillas de la Intendencia acompañados de retroexcavadoras y camiones maquillaron el escenario hípico para que todo estuviera pronto el circo del lunes 1º de Mayo. Los medios locales tuvieron la excusa perfecta para no ahondar en los resultados de esa jornada que movilizó a miles de personas y millones de pesos en apuestas: la muerte de un caballo en plena carrera. Pero hasta ese lamentable episodio fue abordado con la cómoda superficialidad que viene caracterizando a los medios de comunicación locales. Independientemente de ese episodio con el pobre caballo, hay otros temas trascendentes sobre los que no hay información oficial y documentada: ¿cuántas personas asistieron exactamente? ¿cuántas entradas se vendieron? ¿qué institución se beneficiaba con lo recaudado? ¿qué porcentaje de los recaudado por entradas iba destinado a esa institución? ¿cuánto fue el dinero apostado?, ¿cuánto se pagó de apuestas? ¿cuánto se recaudó por concesiones de plaza de comidas, stands etc? ¿cuánta gente trabajó en esa jornada contratada por los organizadores? ¿ cuánto cobró cada uno de ellos y que función cumplió? ¿ qué tipo de apoyo, material, en mano de obra y en dinero de la Intendencia o Junta Departamental, el evento de este 1º de mayo? ¿ cuánto dinero se recibió por apoyo publicitario? ¿qué control ejercicio la Intendencia sobre las dineros recaudados por esa jornada de timba? … y se podrían plantear 20 preguntas más. Lamentablemente en dos décadas de gestión del diputado Ruben Bacigalupe ( electo por el sector liderado por Luis Lacalle Pou) es sistemática la falta de transparencia en los dineros que se han manejado. Desde siempre, se ha manejado con vagas declaraciones públicas sobre pérdidas de dinero y prometiendo rendiciones de cuentas que nunca llegan. Nunca. Solamente hubo detalles de rendición de cuentas entre los años 2011 y 2014 que la actividad turfística fue intervenida en medio de un escandaloso procedimientos que involucró directamente a la Intendencia y a la Junta Departamental. Muy llamativamente, en esos cuatro años las carreras del 1º de Mayo dieron ganancia, aún cancelando deudas que se habían generado en años anteriores ( por ejemplo con la Asociación Rural de San José, propietaria del Hipódromo) y se lograron recuperar notoriamente las instalaciones, así como adquirir variado equipamiento necesario para desarrollar carreras. Por acción directa de Bacigalupe mientras ocupó el cargo de Director General de Deportes de la intendencia y por supuesto como presidente del desmantelado Jockey Club, aquel grupo interinstitucional que conformaba la Comisión de Apoyo y Seguimiento de la Actividad Turfística, se desactivó. Bacigalupe volvió a reinar en “el deporte de los reyes” en San José. Ya desde el 2015, con Bacigalupe detentando la organización de todo lo relativo al turf en San José, las irregularidades se reinstalaron. ¿quién le pone el cascabel al gato? El “cascabel” es contralor, es transparencia y el “gato” es Bacigalupe. En escuetas declaraciones a un medio radial en el marco de la sospechosa muerte del caballo, Bacigalupe admitió – como siempre “de boca” – que concurrieron unas 10.000 y se vendieron 2.500 entradas. Eso dijo. ¿entraron sin pagar 7.500 personas? Algunas fuentes de sj.uy indican que la venta de entrada habría llegado a las 7.000. Es importante destacar que de los dichos del diputado lacallista se desprende que la recaudación por entradas fue de apenas 250.000, pero otras fuentes indican que fueron 700.000, ya que cada entrada costaba $100.
Quejas porque tickets del tarifado no tienen razón social, RUC, ni numeración correlativa
En las últimas horas sj.uy recibió la inquietud de varios vecinos que estacionaron en la zona tarifada del centro de la ciudad de San José. La observación que realizaron es justificada. Los tickets que se están expidiendo no tienen ningún tipo de información de la empresa adjudicataria. Nada, ni su nombre, ni teléfono, ni dirección, ni registro de contribuyente; tampoco tiene una numeración correlativa que permita su contralor. Pero además de la carencia de esa información básica – ya que un ticket es una boleta o factura, que obligatoriamente debería poseer esos datos- tiene la enigmática inscripción de “Electricidad” lo que pareciera ser una identificación empresarial. La preocupación de los vecinos que contactaron a sj.uy tiene lógicos fundamentos. Si alguien debe rendir cuentas sobre los gastos por su trabajo en este caso “costo de estacionamiento”, no existe ningún dato empresarial. Por ejemplo, un vendedor que deba pasar horas estacionado en el centro mientras recorre clientes, tendría un flojo justificativo para ese gasto. Por otra parte, algunos de los vecinos se preguntaron “¿cómo sabe la intendencia si se vendieron 100 horas de estacionamiento o 1000 horas? Podría haber una central que lleve el control, pero de cualquier forma debe estar estampado en el ticket que se entrega como comprobante de pago. Desde sj.uy no logramos ubicar al responsable de la empresa y conocer su explicación sobre esta irregularidad. Es angustiante ver tanta impunidad en el accionar de este tipo de personajes. Los “fueros” no protegen determinadas actitudes. Hay material para escribir un libro. No. Hay material para escribir una extensa enciclopedia que exclusivamente se refiera a las distintas formas de corrupción. Ojala que algún día el turf sea un deporte con los caballos como protagonistas y no como hasta ahora, que por inacción, es un deporte de burros, donde un grupitos de vivos, jinetean a toda la sociedad con dinero público. No me considero burro, tampoco un caballo, pero entonces ¿por qué siento que me jinetean?
Notice: Undefined variable: commenttitle in /home/sanjosecom/public_html/wp-content/plugins/facebook-comments-sync/comments.php on line 51