La Intendencia continúa profundizando en las acciones preparatorias para afianzar el proyecto de “Escuela de Gobernanza”. En junio se realizó una presentación en el Teatro Maccio que estuvo a cargo del consultor español Juan De Dios García y en las últimas horas se realizó en las instalaciones del Kart Club una actividad que contó con la presencia de escolares, docentes, así como representantes de diversas instituciones de la ciudad. La “Escuela de Gobernanza” es un proyecto que cuenta con el decidido padrinazgo – o “madrinazgo” para ser precisos – de la Secretaria General de la Intendencia Ana Bentaberri. La propia Benatberri, admitió que cuando comenzó a incursionar en lo relativo a “gobernanza” – mientras participaba en un curso en España – le costó entender el concepto que implicaba. Fue muy bueno escucharla decir eso, pues a mí me ocurre exactamente lo mismo. En realidad lo que se me complica entender es cómo será la efectiva implementación de esta “gobernanza” que tiene una definición teórica amplia, pero que deja abierta una variada gama de interpretaciones para su puesta en marcha. Pero desmenucemos lo que he podido observar hasta ahora, más allá de las palabras, analizar las metas o caminos que se proponen en esta etapa embrionaria. El primer paso que se está dando apunta con claridad a una “Gobernanza Emotiva”, en un notorio ensayo que procura encarrilar el proyecto hacia una base sólida. Desde el video de presentación hasta las palabras de los integrantes del grupo que lidera el trabajo, se marcó una fuerte inclinación que apela a la emotividad, recordando antiguas costumbres, juegos y personajes, que construyeron la identidad de la comunidad. El objetivo, según se ha anunciado es poner en funcionamiento una “Feria de la Identidad”, que consistirá en una muestra itinerante. El trabajo se realizará en 16 localidades, ciudades y parajes del departamento; sería presentada públicamente en el mes de julio del año próximo. En este punto, me siento en la obligación de hacer algunas precisiones. Primero que me parece una idea notable, esto de hacer una recopilación popular de aquellas cosas que marcan la identidad de una comunidad, potenciando ese patrimonio intangible que silenciosamente subsiste entre nosotros. El valor social, cultural e histórico de la información que se recoja en esa tarea, puede constituir un banco de datos que permita el desarrollo de proyectos turísticos, económicos y culturales de cada zona. Ojalá que su resultado final sea mucho más que una muestra itinerante, sino algo más duradero, aprovechando el potencial del trabajo de recolección de información. En segundo término es muy destacable que en un determinado gobierno, se disponga de personal y recursos para este proyecto de “Identidad”, pues es habitual que otros requerimientos cotidianos en la tarea de gobernar, releguen a un segundísimo plano todo aquello que reviste un valor cultural de lento impacto. Tercero, quizá el aspecto más álgido para los promotores de este proyecto; no veo una clara relación con la “gobernanza”. El discurso de los promotores de esta iniciativa señala como fundamental, el empoderamiento de la sociedad con su entorno, en generar el compromiso de participación activa de la comunidad, la necesidad de identificar los aspectos que los unen, para poder crecer, construir y proyectar, objetivos loables pero parece un camino distante empezar por la identidad; resulta algo tangencial a la “gobernanza”. Quiza por deformación profesional, cuando escuché hablar por primera vez de “escuela de gobernanza”, pensé que se trataría de generar “ciudadanía crítica”, atenta y comprometida con el accionar de sus gobernantes, aportando visiones e ideas que permitieran marcar la agenda de los ambientes estatales. Una ciudadanía que conociera y reconociera los derechos y obligaciones que tiene, que tuviera una participación activa en las diversas áreas de la convivencia (seguridad, salud, medio ambiente, cultura, etc). Pensé que los primeros pasos de la “Escuela de Gobernanza”, harían hincapié en un uso sano y empático de la plataforma “Barrios Activos”, o en un contacto directo y sistematizado con las decenas de Comisiones Barriales que existen en el departamento. Algo más directo. Algo más relacionado a la complementación con los actores de gobierno. Algo que diera directa participación e injerencia en los proyectos a corto y mediano plazo de cada zona o barrio. Hace unos ocho años atrás, el sector que lidera el Intendente José Luis Falero y la secretaria general Ana Beantaberri desarrolló una campaña que después daría nombre a su sector político: “Sumate”. Aquella estrategia consistió en recorrer cada ciudad, pueblo y barrio, recogiendo inquietudes, proyectos, ideas y reclamos de los vecinos. Los miles de planteos recogidos, fueron evaluados, analizados, sistematizados y en buena medida, incluidos en el programa de gobierno. Aquel fue un ejercicio de “gobernanza”, que tuvo un fin electoral, pero que es perfectamente adaptable para aplicarlo desde una acción de gobierno. A modo de ejemplo, la próxima presentación del Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad de San José de Mayo es un buen escenario para empezar a trabajar directamente en “gobernanza”, entendiéndola como un proceso sistematizado de participación activa de la ciudadanía en interrelación con ámbitos de gobierno, para evaluar o proyectar el desarrollo de una determinada zona. En buena parte, en el caso del Pan de Ordenamiento Territorial, la ley ya propone la participación de la ciudadanía en lo que se denomina la “Puesta de Manifiesto” de ese proyecto. Sería una muy buena oportunidad de instruir a la población de la forma en que puede incidir en ese plan; es decir una muy buena oportunidad para activar la “escuela” que redundará en una “gobernanza” real de la ciudadanía en complementación con acciones de gobierno. Pero, para no centrar la potencialidad de la “gobernanza” en temáticas que puramente competen a la Intendencia, también se puede avanzar en lo relativo a aspectos de seguridad ciudadana, medio ambiente, patrimonio, salud, entre otros, que muchas veces requieren de gestos del ambientes nacionales. Volviendo a la actual planificación del grupo que impulsa la “Escuela de Gobernanza”, en su objetivo de lograr una “Feria de la Identidad”, se podría avanzar en el rescate de un proyecto fundamental que fue oportunamente presupuestado y que quedó dormido. Es un proyecto que tiene absoluta relación con la memoria colectiva y la identidad de San José; se trata de la recopilación de todo el material y conocimiento que posee el historiador Daniel Ramela. Nada se avanzó en aquel proyecto que lleva una década de aprobado y que desapareció de la agenda. Ramela, que ya se acerca a los noventa años de edad, tiene la humana capacidad que no se puede programar en ninguna computadora. Este periodista e investigador, puede aportar un enorme bagaje de información solo con tener una fotografía en sus manos, o desandar los laberintos de la historia con un recorte de un añejo diario, o hasta desgranar anécdotas y vivencias con solo pararse en una esquina del pueblo. Invaluable. En términos de “identidad”, sería de suma importancia rescatar su sapiencia, más allá de la aplicación que se pretende dar a la “Escuela de Gobernanza” ( pero ya que se incursiona por ese camino, sería buenísimo que tuvieran en cuenta ese proyecto dormido). Si bien esa “gobernanza” – como toda actividad humana – requiere de conocer y valorar el pasado, su principal objetivo debe estar en comprender el presente para encausarlo hacia el bien común y así proyectar el futuro más provechoso para todos. Algo que tengo absolutamente claro, es que es muy apropiado el nombre de “Escuela”, pues en este proceso, todos vamos a aprender cómo llegar a un efectiva y útil “gobernanza”. Ya hay un camino iniciado y en el debate, lograremos crecer todos.
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