Ya pasó el Día de los Inocentes, se cruzó la Navidad y comenzó un nuevo año, también los camellos de los magos dejaron su rastro. El Intendente José Luis Falero se ha dado una panzada de entrevistas, negando y descalificando la información publicada en el libro “Patas cortas”. Fiel a su estilo, ha negado todo, aún en las primeras horas sin conocer el contenido completo del libro.
Falero miente y sigue mintiendo. Tras conocerse algunos detalles del libro “patas cortas” la reacción del Intendente de San José fue salir a desacreditar al periodista, tergiversar el contenido y calificar “todo es mentira”. Primero en los medios de San José y después, ante la presión pública, comenzó una gira por medios montevideanos. La actitud de Falero no es nueva; cuando a Falero algo no le agrada dice que “es poco serio”, “es falso”, niega todo y se victimiza.
La vedette de la noticia fue la maniobra con Guías de compras. Falero se concentró en explicar el procedimiento administrativo interno respecto a “guías” y “órdenes de compra”para adquirir servicios y productos que las empresas deben facturar. Falero dijo que “es normal” anular guías y con el paso de las horas fue puliendo su respuesta. En el libro se señala que la Intendencia “anuló guías”, cientos, miles de ellas. El libro no dice que la intendencia adulteró guías o anuló facturas.
Falero miente al decir que no hay nada malo, que esos procedimientos son “normales”. Miente. No es normal que se anulen – se hagan desaparecer -, no es normal que se borren decenas, cientos de guías consecutivas. Podría entenderse si fueran solo un puñado de Guías, por unos pocos pesos, y que aparecieran esporádicamente, pero anular guías que involucran millones de pesos, es algo que debe explicarse institucionalmente. No alcanza con describir el procedimiento normal, pues lo que se denuncia es justamente, una gruesa irregularidad. Ya en este punto de nada sirven las envalentonadas declaraciones de Falero, diciendo ofuscado: “Nunca había escuchado un disparate tan grande”. La justicia actuará y allí llegarán las pruebas.
El desprecio por la verdad que evidencia Falero solo se sustenta en su sensación de poder. Tal si fuera un emperador plenipotenciario, el Intendente se ha dado el lujo hasta de sugerir el destierro del autor del libro, lamentándose de compartir “su reino” con un ciudadano crítico, un periodista crítico. “Lamentablemente lo tenemos acá a este personaje” dijo Falero. Cuanto más habla más se hunde. En el libro hay, por lo menos, una docena de temas que el Intendente tendría que estar investigando en la interna de su administración o por lo menos ensayar respuestas públicas a las irregularidades. Lo poco de sustancia que han tenido sus declaraciones, muestran visos de improvisación, tergiversaciones y falsedades, muy fáciles de demostrar.
Independientemente del libro, mientras Falero se concentra en lanzar todo tipo de desacalificaciones, su administración anuncia, otra vez, la postergación de obras muy anunciadas, al tiempo de poner en marcha parches y remiendos a una gestión absolutamente deficitaria en todos los aspectos, también en el ético y moral.
Pero en su afán de sembrar descrédito, Falero ha mencionado temas que ni siquiera están en el libro, pretendiendo fortalecer su victimización. Por ejemplo en el programa “Desayunos Informales” de canal 12, reiteró que la Intendencia “tiene 59 obras en marcha”. Una mentira que ni el propio comunicado de la Intendencia avala, ya que en aquel listado figuraba entre paréntesis “finalizada”(3 obras) o “proximamente” (hay 9 obras con este rótulo) , lo que indica con claridad que no son “obras en marcha”. Otras tenían la inscripción “para adjudicar” por lo que tampoco estaban “en marcha” e incluso aquellas obras que estaban etiquetadas con “proceso de evaluación” (4 obras). Solo por el listado oficial que se divulgó se concluye que no son 59 sino 43 las “obras en marcha”. Por otra parte de las obras que efectivamente estarían en desarrollo, varias de ellas en realidad estaban paralizadas o muy enlentecidas. Además del comunicado que se divulgó masivamente la Intendencia también dispuso la realización de spots publicitarios que se emiten con las “59 obras en marcha” en diferentes medios. Falero sigue repitiendo esa mentira infantil.
En ese programa televisivo, Falero con el objetivo de desacreditar al periodista dijo que ya anteriormente había publicado “disparates”. En ese sentido dio dos ejemplos. Por un lado se refirió a un comentario de facebook sobre la publicación de un vecino. No era una nota, sino un comentario en facebook. Falero adjudicó expresiones “camino destrozado” y “camino hecho pedazos”. Lo que aquel comentario señalaba era que el camino recientemente inaugurado ya mostraba roturas en sus margenes debido a un mal afirmado debajo de la carpeta asfáltica o bien la utilización de material de mala calidad en esa base. Vecinos de esa zona aportaron decenas de fotografías – la mayoría de ellas publicadas en redes sociales – que mostraban los daños a poco de ser inaugurado.
Otro ejemplo mentiroso usado por Falero para pretender desacreditar al autor del libro “Patas cortas” refirió a la denuncia del estado de abandono que mostraban los talleres de la Intendencia a mediados del año 2017. Falero se dio el lujo de decir que aquella información también fue un “disparate”. Lo que Falero olvidó es que existen decenas de fotografías del basural en que se habían transformado esos históricos galpones de la Intendencia. Específicamente Falero negó que existieran repuestos tirados en su interior. Miente descaradamente porque efectivamente sj.uy accedió a fotografías de diversos sectores dentro de talleres, donde se observaban montículos de basura que contenían repuestos aún con sus embalajes de nylon originales; como fue el caso de filtros de camiones, entro otros insumos. La nota periodística de aquella oportunidad también mostró con claridad que las fosas para reparaciones – que desde siempre habían tenido en funcionamiento -, habían sido rellenadas con balastro, donde también se observaban hasta extinguidores y piezas mecánicas, tal como lo muestran las fotografías.
Aquí solo un par de ejemplos. Foto de los talleres con filtros nuevos amontonados entre chatarra y basura. Hay más fotos del estado de abandono de los talleres en aquel momento de 2017. Falero dice que esto es mentira. También varias desmalezadoras y cortadoras de césped arrumbadas por desperfectos menores, mientras que la Intendencia arrendaba servicios a privados
Volviendo al libro “patas cortas”, allí se informa sobre diversas situaciones delicadas, sobre irregularidades de todo tipo. Las coimas solicitadas por funcionarios a empresas contratadas por la intendencia deberían ser objeto de una seria investigación. Difíciles de probar con documentos, pero sencilla de desbaratar con testimonios de empresarios. Otra irregularidad que Falero, someramente pretendió descalificar y negar es lo relativo a la sobrefacturación de materiales. En el libro se señala que cada 500 bolsas de portland que se requieren en algunas tareas, se registra el uso de 750 bolsas, lo que representa una sobrefacturación del 50%. Falero dijo que es mentira pues existen controles en la utilización de materiales. ¿qué tan veraces serían esos controles si el funcionario encargado de controlar es justamente quien está metido en esa joda?. Pero además es fácil rastrear algunas irregularidades, ¿como es posible que la intendencia licite reparación en calles de hormigón y los trabajos se realicen con balastro y bitumen, en vez de usar portland?. Mas que reparaciones, son parches que difícilmente se sostengan en el tiempo. Durabilidad muy baja y nula solución al problema de los pozos. Hay decenas de ejemplos por toda la ciudad de estas presuntas “reparaciones”. Solo alcanza con recorrer las calles “reparadas”.
En el libro también hay varios capítulos dedicados a la investigación sobre los privilegios que la Intendencia otorgó a la millonaria deuda del diputado Bacigalupe, por la “Tasa de Cementerios” a través de la empresa fúnebre familiar. Hay sobrados elementos que muestran esos privilegios entre la documentación que maneja la Comisión Investigadora. También hay transcripciones de otra comisión investigadora, aquella que denunció en la justicia las irregularidades en el uso de dineros de la Junta Departamental durante la secretaría general de Alexis Bonahon. Actualmente un Tribunal montevideano revisa ese escandaloso caso.
En el libro también se menciona como una empresa privada que había ganado una licitación fue enviada a realizar trabajos en el patio de la casona que había alquilado el diputado Bacigalupe para instalar su empresa fúnebre. Allí hasta se colocó bitumen en el estacionamiento. Falero lo negó y hasta pretendió corregirse poniendo como ejemplo la colaboración de la intendencia con empresas. Sugirió que la Intendencia muchas veces colabora con esos emprendimientos con materiales. ¿La intendencia colaboró en bituminizar el estacionamiento en la empresa del diputado?.
Pero aún con esta desfachatada campaña de livianas negaciones y pesadas descalificaciones hacia el libro y su autor, Falero no puede ocultar la verdad sobre la corrupción en su gestión. Ya sea porque demande al autor de libro o porque se denuncien en la justicia todas las irregularidades, las pruebas y elementos llegarán a ser evaluadas e investigadas. Que diga lo que quiera, que niegue lo que pueda, Falero se ha hecho responsable de todo. Ahora comienza el tiempo de erradicar la corrupción del ambiente político en general y del gobierno departamental de San José en particular.
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