El Intendente José Luis Falero, se mostró molesto porque la Junta Departamental rechazó otorgar exoneraciones a la construcción del shopping en el cruce de Herrera y Rivera. Ese beneficio alcanzaría a una suma de casi dos millones de dólares. Falero calificó de “mezquindad política” la negativa de los ediles y dijo que esa exoneración era una “leve señal” para los inversores del emprendimiento. Una “leve señal”. Ya había advertido que peligraba la obra si no se lograba esa exoneración. Es curioso que un beneficio de 60.000 dólares pueda poner en riesgo una inversión de 12 millones de dólares. El volumen de la exoneración es de medio punto porcentual sobre el total que se ha informado. ¿Cómo es posible que algo tan minúsculo pueda resultar decisivo? Quizá sea una demostración que el proyecto de tan promocionada inversión no está tan sólido. ¿Alguien abortaría tremendo proyecto porque pierde un ínfimo beneficio?. Raro. Parece ser una “gran señal” sobre la viabilidad de ese proyecto. Al mismo tiempo que Falero sigue defendiendo la necesidad de exonerar en 60.000 dólares a la construcción del futuro shopping, ha negado la posibilidad de exonerar 5.000 dólares a dos cooperativas de vivienda por el mismo permiso de obra. ¿Cómo se explica?. Si exonerar 60.000 dólares a un shopping es una “leve señal”, exonerar 5.000 dólares para viviendas sería una “insignificante señal”. ¿Por qué impulsar un beneficio comercial a capitales ajenos al departamento y negar un beneficio social a familias de trabajadores maragatos?. Incomprensible. Políticamente una burrada.
Hay otros aspectos aparentemente desconectados de la obra del shopping, que podrían tener vínculo. Por ejemplo, la infantil tozudez de implantar el recorrido de ómnibus por calle Rivera, alejándolo de los principales centros de movilidad de la población usuaria, puede ser un ejemplo. Desde hace dos décadas hay estudios de la propia Intendencia que señalan a avenida Oribe como arterial ideal para el tránsito de las líneas de ómnibus. Ingresarían por Herrera, tal como hasta ahora, pero seguirían hasta Oribe, una ancha avenida que parte la ciudad a la mitad y que además está cerca de Hospital, Cementerio y zona céntrica. Falero dice “no”, él quiere que los ómnibus ingresen por Nicolas Guerra y tomen por Rivera,una vía que requerirá importantes adaptaciones, en el otro extremo de la ciudad. En caso de aplicarse el tránsito por Rivera… ¿dónde estaría la parada de ómnibus del nuevo recorrido?. En la puerta del futuro shopping. Parece un dato menor, insignificante, pero cualquier emprendimiento comercial considera altamente un “detalle” de este tipo. La presión de la población que reclama el recorrido por Oribe, cada vez se hace sentir más y ahí se debe observar otro aspecto curioso. ¿qué sucedería si Herrera ya no fuera transitable para lo ómnibus?. Si eso ocurriera, la propuesta que los ómnibus lleguen a Oribe perdería toda viabilidad.
¿Recuerdan el proyecto de remodelar Herrera?. Aquel proyecto que determinaría una fuerte transformación de la principal arteria de la ciudad, y potenciaría su uso. Esa promesa incumplida desde hace años, ahora parece tener una “versión final” que resulta muy con
veniente para los intereses de quienes defienden la construcción del shopping. La remodelación establecida, terminará por debilitar la avenida Herrera, ya que si bien se quitará el arbolado, se ensancharán las veredas (1,30 metros) y se permitirá el estacionamiento en el frente opuesto. El resultado será que la avenida tendrá menos superficie de tránsito. Este nuevo escenario fortalecería la negativa al tráfico pesado, por ejemplo de transportes de pasajeros. Esta obra de debilitamiento vial de Herrera, fortalece la caprichosa idea de hacer ingresar los ómnibus por Rivera.
Estas consideraciones, desembocan naturalmente en otra polémica iniciativa falerista: el Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad de San José. Este proyecto es considerado un “mamarracho” por diversos actores, incluidos agentes del falerismo tanto en la estructura de la Intendencia como en la Junta. Hay muchos aspectos de este “Flan de Desordenamiento” que tuvo y tiene como gestor principal al inefable asesor de confianza Alexis Bonahon. Aún sin aprobarse ya tiene concedidas muchas excepciones a sus lineamientos. Es decir ya hay aspectos que se incumplen aún antes de ser aprobado. Cada vez está más lejos la posibilidad de que el Plan de Ordenamiento sea aprobado por los ediles. En realidad parece que se trata de un plan de improvisación que se adecua continuamente a impulso de caprichos polítiqueros e intereses particulares.
¿Qué opinará la actual secretaria general de la Intendencia Ana Bentaberri que ya lanzó su candidatura de sucesión a Falero?
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