La mujer hizo su vida trabajando. Hace algunos años se fue a España, pero al menos una vez al año volvía a tierras orientales. Tiene doble ciudadanía y su salud requiere atención, por lo que recurre a los servicios españoles. Su nombre es Jaqueline Esquivel, ha militado siempre por el Partido Nacional y en la noche del lunes su furia se desató. A principios de este año regresó a Uruguay y se dirigió a su casa en Playa Pascual. Con fervor se define “blanca”. Volvió desengañada, volvió decepcionada, por una situación que se arrastra desde 2015 y le ha provocado un serio daño en los económico y en los personal. Asegura que aquí le mintieron y ahora se siente manoseada. En la noche del lunes, no aguantó más e hizo una dura públicación en su muro de facebook. Hace meses venía aguantando bronca y tras leer una nota sobre declaraciones del Intendente José Luis Falero en un acto, su paciencia se terminó. Leyó que Falero reivindicaba su gestión, calificando de “políticos baratos” a quienes le critican. En Visión Ciudadana ya se conocía su malestar por una mala experiencia en relacionamiento con el Intendente José Luis Falero. Un relacionamiento que tiene raíz política y después derivó en un negocio: el alquiler de su propiedad e Playa Pascual. Desde hace tiempo buscó asesoramiento legal, tras sentirse traicionada en la confianza que brindó a Falero. Ahora, se siente estafada.
Jaqueline Esquivel, con notoria furia, decidió hacer pública su situación y escribió: “Yo no soy una Política Barata (cómo algunos que lo rodean ) pero si puedo criticarlo y mejor que nadie sabe que es la primera vez que lo haré tan abiertamente y puedo criticarlo por mentirme y hacer una fragante abuso de confianza, dejarme sin nada en mi casa con el compromiso de alquilarla primero como Casa del Partido Nacional (pero no le venía bien, no quería a Alianza). Después para poner dependencias de la Intendencia, haciéndome dejar pronto un Poder de arrendamiento a nombre de la escribana del Partido, según usted. Nunca cumplió su palabra, me dejó sin nada y tampoco cumplió con el alquiler pactado. Tuvo el descaro de meter gente a vivir en mi casa (para lo cual no era el fin) y nunca me terminó de pagar lo que me debe de los alquileres adeudados (y pactados). ¿Cuándo me pagará? ¿cuándo salga en primera plana de los diarios capitalinos? Nunca pagó nada. Yo milité por el honor de servir al Partido Nacional y usted se rió de mi como lo hacen todos los que lo rodean, desde la señora Ana Bentaberri para abajo.Así que cuando hable tenga la decencia de saber que cumplió y respetó la palabra de un verdadero líder. Me gustaría saber dónde están los blancos que hablan de transparencia y hacer las cosas bien. Devuelva lo que me hizo perder después de trabajar tanto para usted y traicionar la confianza que le tenía. Usted es un impresentable hipócrita mentiroso, todavía lo estoy esperando; me dejó sin comer!!!. Usted no tiene vergüenza. Ya sabe donde encontrarme y dónde puede venir a pagarme. Sus cojones no son más grandes que los míos, si no quiere que lo critiquen haga las cosas bien. Sabe muy bien que tengo toda la documentación que hablo y que todos saben lo que hizo. Los espero, y a la señora Ana Bentaberri también, si así lo desea; lo mismo a los periodistas maragatos que quieran. Gracias José Luis Falero por arruinarme y desmembrar mi pequeña familia”.
En estos últimos meses ha tenido la visitas y contactos de diversos actores políticos de jerarquía, muchos de ellos provenientes de las huestes del propio Falero. La intención siempre ha sido tranquilizarla, que “baje la pelota” con algunas publicaciones anteriores que criticaban al líder del Sumate, pero que no profundizaban en su indignación. La único que lograron fue dilatar la exposición pública de este problema, que por la falta de soluciones, ahora explota.
Todo comenzó en la campaña electoral pasada, cuando Falero buscaba la reelección a la Intendencia de San José. Esta mujer respaldó la candidatura falerista. Ella y su casa eran un centro de referencia para muchos faleristas de Ciudad del Plata. Tenía un muy estrecho vínculo con Falero y su entorno más íntimo. Ella tenía previsto volver a España como lo hacía habitualmente.Tras la reelección de Falero en 2015, la relación política derivó en un acuerdo comercial. En una reunión en la localidad de Capurro, Falero le propuso que en su ausencia, su casa se transformara en la “Casa del Partido Nacional de Ciudad del Plata”. La propiedad ocupa un amplio predio en la intersección de avenida Río de la plata y la ruta 1. Allí está la propiedad principal, con apartamentos al fondo y hasta galpones, así como un amplio predio sin construcciones. Para aquella idea original se acordó un alquiler mensual de 40.000 pesos. Nunca se llegó a concretar formalmente el arrendamiento, pero la casa si quedó en control de Falero y su gente. Esquivel, que viajó a España tras las elecciones del 2015, hasta otorgó un poder a una profesional (que hoy trabaja para la Intendencia) donde le autorizaba a cobrar los alquileres ante la intendencia y realizar diferentes trámites en general. Tras su partida, hubo un cambio en el uso de la propiedad, ahora se destinaría para instalar allí oficinas de la intendencia. Según Esquivel ese cambio de destino obedeció a que desde el falerismo no querían darle ingreso al sector de Alianza a la estructura política de Ciudad del Plata. Tampoco se llegó a firmar documentos, pero de hecho, la casa fue puesta a disposición de la estructura falerista. El alquiler jamás cubrió la totalidad de lo acordado; nunca se pagaron los 40.000, mensualmente se le giraba a España unos 23.000 pesos.Los giros se hacían en principio por terceras personas, pero más tarde fueron funcionarios de la Intendencia y hasta la actual esposa del Intendente quienes realizan los pagos. En aquellos tiempos iniciales de arrendamiento, Los meses fueron corriendo y a tal punto la propiedad era controlada por el falerismo, que incluso dos notorios dirigentes de Falero ( hoy transformados en funcionarios de la Intendencia) residieron en esa casa en distintos momentos.También fue utilizada como centro de reunión y actividades del falerismo. La propiedad estaba totalmente equipada y eso se transformó en un problema aparte. Los inventarios de la propiedad detallan muebles y electrodomésticos, que en determinado momento fueron vendidos para poder tener un uso libre de la propiedad. Figuran más de 60 ítems en el inventario de mobiliario y equipos electrodomésticos. Según Esquivel, debió venir desde España para proceder a la venta del equipamiento y mobiliario, la premura obligó a vender a precios irrisorio; muchos de los beneficiarios fueron los propios dirigentes faleristas que formaban el círculo cercano de Esquivel. Para solucionar el destino del equipamientos, así como para gestionar el impago del monto de los alquileres, Esquivel debió viajar desde España en varias oportunidades. A medida que el acuerdo se desnaturalizaba, el relacionamiento Esquivel –Falero se fue deteriorando severamente. Entre la dirigencia del Partido Nacional, desde hace meses,tanto en lo departamental como en lo nacional, están enterados de este serio problema que implica directamente al intendente.
Al día de hoy ya no tiene contacto con el Intendente. Los malabares que debió enfrentar la llevaron a descapitalizarse seriamente para poder sostenerse en España. Al final, con la intención de arreglar todo el desbarajuste se vino a Uruguay. Recuperó su casa pero sin muebles ni electrodomésticos y sin poder cobrar los 16.000 dólares adeudados. Hasta ese momento mantuvo contacto con Falero que hasta le envió un mínimo mobiliario desde un comercio familiar ubicado en la ciudad de Santa Lucía.Tras reclamar por su precaria situación, recibió heladera, cocina, lavarropas, televisión y un colchón.
Jaqueline Esquivel muestra un acentuado nivel de indignación con la situación. Admite que su salud se desmejoró, pues estos meses ha tenido que dormir en un catre prestado. Se siente que fue estafada por el Intendente y desamparada tras confiar en él. Ahora está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias, incluso ya tiene preparado viajar hasta la ciudad de San José de Mayo y encadenarse a las puertas de la Intendencia. Señala que nunca pidió ningún beneficios por su cercanía al Intendente, sino que todo se trató de un acuerdo comercial y que se “abuso de su confianza”. Ahora solo quiere recomponer en algo su situación y regresar a España para completar el tratamiento médico.
Con sus abogados ya tiene todo pronto para iniciar las demandas correspondientes, pero no puede esperar tres años y por ello decidió contar públicamente su mala experiencia, y hasta llegar a una manifestación pública de encadenamiento.